Todavía no te animas a comer linaza? Pues mira de lo que te estas perdiendo!!
- De la linaza se extrae un aceite vegetal que es uno de los aceites más saludables que existen. Contiene una alta cantidad de fibra dietética, ácidos grasos del tipo omega 3 y omega 9.
- Es rica en fibra por lo que ayuda para el estreñimiento y a regular el apetito por la sensación de saciedad que produce.
- Las fibras solubles de la linaza impiden la acumulación de colesterol en la sangre, facilitando su eliminación por vías naturales.
- Previene diversas enfermedades inflamatorias, como la gastritis, tendinitis, colitis, artritis.
- Previene la formación de coágulos de sangre en venas y arterias por lo que ayuda a disminuir el riesgo de ataques cardíacos.
- Aumenta progresivamente la vitalidad y energía. Hace que los músculos se recuperen rápidamente, esto se debe a que estimula la utilización de las grasas para obtener energía, por lo que también es un buen quemador de grasa.
- Otorga sensación de calma útil para bajar el nivel de estrés, suaviza el cabello y la piel, siendo indicada para problemas como la psoriasis y el eczema.
- Estudios reciente confirman que el aceite de la linaza es un afrodisiaco natural.
- La semilla de linaza contiene 27 componentes anti-cancerígenos.
- La linaza es una gran fuente de vitaminas, principalmente las del grupo B (incluyendo la vitamina B9 o ácido fólico), pero también contiene vitaminas C y E, que son antioxidantes ideales para combatir los radicales libres, es decir, colaboran en aminorar las influencias del proceso natural de envejecimiento.
- La linaza tiene altos contenidos de fitoquímicos, ideales para cuidar de nuestra salud y balancear la carga hormonal, en especial en las mujeres. Por ello, no se recomienda el uso o consumo de linaza durante el embarazo y la lactancia, pero resulta un gran aliado para aumentar nuestra fertilidad y también para aliviar los síntomas físicos de la menopausia.